
La polícia eslovaca ha detenido a Jaromír Ruda, organizador de los cancelados Juegos Sordolímpicos de Invierno de 2011, en la frontera entre Eslovaquia y Hungría, según afirman medios de dicho país.

Los Juegos de Invierno se deberían estar disputando en los Altos Tatras eslovacos entre los días 18 y 26 de febrero como así se decidió en el Congreso de Melbourne en 2005. Sin embargo, la falta de recursos financieros hizo que el Comité Olímpico Internacional para sordos (ICSD) manifestara en su página web el pasado viernes la cancelación de la cita debido "al fracaso del comité organizador local a la hora de cumplir sus promesas".
Se da la circunstancia de que Jaromir Ruda está acusado de malversación de 11 millones de euros procedentes de los patrocinadores. Como consecuencia de la cancelación, los protagonistas del evento no vieron materializado en servicios el dinero recaudado para la cita, con lo que los deportistas que se hospedaron en los hoteles tuvieron que pagar sus propias cuentas.
"La delegación de 52 miembros de Rusia se repartió la cuenta del hotel entre sus integrantes", dijo Ingrid Voznicka, del Banik Hotel, establecimiento situado en el Alto Tatra, en la estación de esquí de la cadena montañosa que iba a acoger la cita. Los medios de comunicación locales informaron de que delegaciones Ucrania, Japón y Estados Unidos, que ya habían llegado a Eslovaquia, al igual que otros cientos de participantes, ya estaban saliendo del país sin recibir una compensación por la cancelación del evento.
Los Juegos Sordolímpicos de Invierno estaban llamados a ser la gran oportunidad para promocionar la joven república eslovaca en el panorama internacional. No obstante, a pesar de las repetidas promesas, Jaromir Ruda no proporcionó los fondos necesarios para este evento por lo que la ICSD decidió cancelar el evento en Eslovaquia.
La cancelación de JJOO para los atletas sordos ha sido una desgracia que ha afectado no sólo a la comunidad sorda en sí (se esperaba que participaran alrededor de 600 atletas) sino también a la región eslovaca de los Altos Tatras, en lo que al plano económico y turístico se refiere.
La cancelación de JJOO para los atletas sordos ha sido una desgracia que ha afectado no sólo a la comunidad sorda en sí (se esperaba que participaran alrededor de 600 atletas) sino también a la región eslovaca de los Altos Tatras, en lo que al plano económico y turístico se refiere.
Más información (con vídeos) en EDSO.
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